Señales de estrés en los perros

Un perro estresado durante una intervención asistida puede tener un impacto significativo tanto en la efectividad del tratamiento como en el bienestar del animal. En estas terapias, se espera que el perro actúe como un facilitador calmado y positivo, ayudando a los participantes a alcanzar objetivos terapéuticos específicos. Sin embargo, un perro que muestra signos de estrés puede exhibir comportamientos disruptivos o de evasión, lo que puede llevar a una disminución en la calidad de la interacción y, por ende, en los beneficios terapéuticos. 

Además, la ansiedad del perro puede ser percibida y, potencialmente, imitada por los pacientes, especialmente aquellos sensibles a las señales emocionales de los animales. Esto no solo reduce la eficacia de la terapia, sino que también plantea preocupaciones éticas sobre el bienestar del perro. Por lo tanto, es crucial monitorear continuamente el bienestar emocional del perro durante estas sesiones y asegurarse de que las intervenciones sean agradables y no estresantes para el animal.

El estrés en los perros se manifiestan con señales corporales. Estas señales pueden variar significativamente, pero existen ciertos comportamientos y signos físicos comunes que pueden ayudar a identificar si el perro está experimentando estrés. Estos comportamientos son aplicables a todo tipo de perros, no sólo a los de intervención si no a tu mascota.

A continuación, os describimos nueve de estas señales:

  1. Lenguaje corporal tenso: Un perro estresado a menudo muestra un lenguaje corporal rígido y tenso. Puede mantener la cola baja o pegada entre sus piernas, sus orejas estarán echadas hacia atrás o pegadas a la cabeza, y su postura general será rígida. Esta tensión corporal es un indicativo claro de que el perro no se siente cómodo en su entorno actual.
  2. Jadeo y salivación excesiva: El jadeo y la salivación excesivos son signos comunes de estrés en los perros, especialmente en situaciones que no involucran ejercicio o calor extremo. Estos síntomas pueden ser una reacción física al estrés y la ansiedad.
  3. Cambios en los patrones de alimentación: Los perros bajo estrés a menudo experimentan cambios en sus patrones de alimentación. Algunos pueden dejar de comer o reducir significativamente su ingesta de alimento, mientras que otros pueden comer de manera excesiva. Estos cambios son indicativos de un desequilibrio emocional.
  4. Lamerse o morderse a sí mismos: Un comportamiento común en perros estresados es lamerse o morderse a sí mismos de manera excesiva. Esto puede llevar a la formación de puntos calientes o heridas en la piel. Este comportamiento autodestructivo es una forma de autoconsolarse frente al estrés.
  5. Cambios en los patrones de sueño: Al igual que en los humanos, el estrés puede afectar los patrones de sueño de los perros. Un perro estresado puede dormir más de lo habitual o tener dificultades para dormir. Estos cambios en el sueño pueden ser un signo de que el perro está lidiando con un alto nivel de estrés.
  6. Temblores y sacudidas musculares: Algunos perros muestran temblores o sacudidas musculares cuando están estresados. Estos temblores pueden ser especialmente notorios después de una situación estresante, como una visita al veterinario o la exposición a ruidos fuertes como fuegos artificiales.
  7. Cambios en el comportamiento al orinar o defecar: Los perros bajo estrés pueden mostrar cambios en sus hábitos de eliminación, como orinar o defecar en lugares inapropiados. Esto puede ser un signo de ansiedad o una respuesta al estrés del entorno.
  8. Señales de calma y conductas de desplazamiento: Los perros a menudo muestran señales de calma o realizan conductas de desplazamiento cuando se sienten estresados. Estas incluyen bostezar, lamerse los labios, girar la cabeza, rascarse o estirarse. Estas conductas son intentos de aliviar el estrés o evitar conflictos.
  9. Desvío de la cabeza: Los perros estresados suelen evitar el contacto visual directo como explicaremos a continuación, y pueden desviar la cabeza cuando alguien intenta interactuar con ellos. Este comportamiento es una señal de sumisión y una forma de evitar confrontaciones, indicando que se sienten amenazados o incómodos.

El estrés en los perros también puede manifestarse a través de sus ojos, y un signo particularmente revelador es la visualización del blanco de sus ojos, un fenómeno conocido como «mostrar la esclerótica». Aquí os explicamos cómo se manifiesta el estrés en la mirada de los perros:

  1. Mostrar la esclerótica u «Ojo de Ballena»: Cuando un perro está estresado o ansioso, a menudo muestra más de lo habitual del blanco de sus ojos. Esto puede ocurrir cuando el perro desvía su mirada para evitar el contacto visual directo, pero aún quiere mantener una visión periférica de su entorno o de la fuente de su estrés. Este fenómeno se llama a veces «ojo de ballena» debido a la forma en que el blanco del ojo se hace visible alrededor del iris. Es un signo claro de incomodidad y ansiedad.
  2. Mirada fija y tensa: Un perro estresado puede mostrar una mirada fija y tensa. Esto difiere del contacto visual normal y relajado, es una mirada intensa y a menudo se dirige hacia la fuente de su estrés o ansiedad. Esta mirada fija puede ser un indicativo de que el perro se siente amenazado y podría estar a punto de reaccionar de manera defensiva.
  3. Parpadeo excesivo o rápido: Al igual que en los humanos, el parpadeo excesivo o rápido en los perros puede ser un signo de nerviosismo o estrés. Este comportamiento puede ser un intento de calmar o distraerse de una situación estresante.
  4. Evitar el contacto visual: Algunos perros pueden evitar completamente el contacto visual cuando están estresados. Esto puede ser una señal de sumisión o una manera de evitar una confrontación percibida como amenazante. No mirar directamente a algo o alguien que les causa miedo o ansiedad puede ser una forma de protegerse.
  5. Dilatación de las pupilas: Las pupilas dilatadas también pueden ser un indicador de estrés en los perros. La dilatación puede ser una respuesta fisiológica al miedo, la excitación o la ansiedad, y es un componente del mecanismo de «lucha o huida» del cuerpo.

Es importante notar que estas señales deben ser interpretadas en el contexto del comportamiento general del perro y su entorno. No todos los perros mostrarán estrés de la misma manera, y lo que puede ser una señal de estrés en un perro puede ser normal para otro. Siempre es recomendable observar el conjunto de señales corporales y comportamientos del perro para entender su estado emocional. 

Todas estas señales son aplicables no sólo a perros de intervención, si no a cualquier otro perrete. Es importante recordar que cada perro es único y puede mostrar distintas señales de estrés. Como dueño, es crucial estar atento a estos signos y proporcionar un entorno seguro y confortable para tu mascota. En casos de estrés severo o persistente, es aconsejable consultar a un veterinario o a un etólogo canino.