Leishmaniosis

Hoy os queremos hablar de la leishmaniosis. Se trata de una enfermedad causada por el parásito Leishmania infantum, que se transmite a través de la picadura de los mosquitos llamados flebotomos. Por cierto, hoy 20 de agosto es el Día Mundial de los Mosquitos en memoria del doctor británico Sir Ronald Ross, que descubrió que los mosquitos hembra son los responsables de transmitir la enfermedad de la malaria entre los seres humanos. Este importante descubrimiento tuvo lugar el 20 de agosto de 1897. 

Suponemos que dedicar un día a estos poco amistosos insectos servirá para ayudar a concienciar sobre el peligro que suponen las enfermedad transmitidas por ellos, tales como la malaria, la fiebre amarilla, el zika o el dengue.

Pero volviendo a la leishmaniosis, esta enfermedad es endémica en muchas regiones tropicales y subtropicales, incluyendo áreas de América Latina, el Mediterráneo, Oriente Medio y algunas partes de Asia. En España la leishmaniosis es más común en las regiones mediterráneas y algunas zonas del sur del país. Algunas de las áreas donde se ha registrado una mayor incidencia de la enfermedad incluyen:

*Región de Andalucía. La leishmaniosis es endémica en varias provincias, como Málaga, Cádiz, Sevilla y Granada.

*Comunidad Valenciana. Es otra de las regiones españolas donde la leishmaniosis es frecuente, especialmente en zonas costeras como Alicante y Valencia.

*Región de Murcia. También se han reportado casos de leishmaniosis, especialmente en áreas cercanas al Mar Menor.

*Islas Baleares. Las islas de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera presentan una prevalencia moderada de leishmaniosis en ciertas áreas.

*Comunidad de Madrid. También se han detectado casos de leishmaniosis en la Comunidad de Madrid, principalmente en zonas suburbanas y rurales.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la presencia de la enfermedad puede variar dentro de estas regiones, y la incidencia puede cambiar con el tiempo debido a diversos factores, como el clima y las medidas de control implementadas. 

En los perros, la leishmaniosis puede causar una amplia gama de síntomas. Los signos clínicos pueden variar desde leves a graves, y en algunos casos puede ser mortal si no se trata a tiempo. Algunos de los síntomas más comunes incluyen pérdida de peso, debilidad, letargo, falta de apetito y crecimiento excesivo de las uñas (conocido como onicogrifosis).

Otros síntomas de la leishmaniosis en perros pueden incluir lesiones cutáneas, como costras, úlceras y pérdida de pelo alrededor del hocico, las orejas y los ojos. Además, los perros afectados pueden presentar inflamación de los ganglios linfáticos, dolor articular y renal, diarrea, vómitos y sangrado nasal.

A medida que la enfermedad progresa, pueden aparecer síntomas más graves, como problemas en la piel y las mucosas, como conjuntivitis y queratitis. También se pueden observar anomalías en los órganos internos, como el hígado, el bazo y los riñones, lo que puede llevar a insuficiencia renal y hepática.

Es importante destacar que la leishmaniosis canina no solo afecta la salud de los perros, sino que también puede representar un riesgo para los seres humanos. Aunque los perros son los principales reservorios del parásito, los humanos también pueden infectarse a través de la picadura de flebotomos. Por esta razón, es fundamental tomar medidas preventivas, como el control de los insectos vectores y la protección de los perros con collares repelentes y vacunas disponibles en algunas áreas. 

Además, los perros que padecen leishmaniosis no deben participar en sesiones de intervención asistida con perros, debido a que suponen una potencial fuente de contagio de la enfermedad a los usuarios, que a su vez suelen ser población de riesgo si se trata de personas inmunodeprimidas, como por ejemplo ancianos.

Recuerda que si sospechas que tu perro puede estar afectado por la leishmaniosis, es importante acudir al veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuados. Una revisión anual de tu perrito, con una analítica de sangre, es muy recomendable sobre todo si vives o has estado en zonas donde existe la enfermedad.