Florence Nightingale

Aprovechando que estamos en el mes en que se celebra el día de la mujer trabajadora, nos gustaría hacer mención a una figura importante en la historia de la enfermería y la atención médica, cuyo enfoque en la curación holística y la conexión entre la salud humana y la naturaleza ha tenido un impacto duradero en la medicina moderna. Ella es Florence Nightingale.

Nacida en Florencia (Italia) en 1820, es considerada una de las pioneras de la enfermería moderna. Cada 12 de mayo, coincidiendo con el aniversario de su nacimiento, se celebra el Día Internacional de la Enfermería. A lo largo de su carrera, Nightingale trabajó incansablemente para mejorar las condiciones de los hospitales y la atención médica en general. Su trabajo fue clave para transformar la profesión de enfermería y establecer prácticas médicas más eficaces y humanitarias. 

Durante la Guerra de Crimea (1853-1856), Florence Nightingale lideró un grupo de enfermeras británicas en el hospital militar de Scutari, en Turquía. En ese momento, la atención médica en el hospital era terrible y las condiciones sanitarias eran pésimas, lo que llevó a una alta tasa de mortalidad entre los soldados heridos.

Nightingale trabajó para mejorar la atención médica y la higiene en el hospital. Ella y sus enfermeras mejoraron la limpieza y el saneamiento del hospital, establecieron cocinas y lavanderías, y desarrollaron un sistema de gestión de suministros para asegurar que los soldados recibieran la atención médica y los suministros necesarios.

Además de sus esfuerzos para mejorar la atención médica, Nightingale también prestó atención especial a la salud emocional de los soldados heridos. Entendió la importancia del apoyo emocional y la compañía en la recuperación de los pacientes, y animó a sus enfermeras a ofrecer consuelo y aliento a los soldados. Su trabajo durante la Guerra de Crimea la convirtió en una figura emblemática de la asistencia sanitaria, y estableció un estándar para la práctica de la enfermería moderna en todo el mundo.

A Florence Nightingale se la llamó la «Dama de la Lámpara» durante la Guerra de Crimea debido a su costumbre de hacer rondas nocturnas en el hospital para revisar a los soldados heridos. Llevaba una lámpara en la mano mientras caminaba por el hospital de noche, verificando las condiciones de los pacientes y asegurándose de que estuvieran cómodos y recibieran la atención que necesitaban. Esta práctica se convirtió en un símbolo de su dedicación y compromiso con el bienestar de los pacientes. La historia de la «Dama de la Lámpara» se hizo muy popular en la prensa de la época, y fue inmortalizada en un poema llamado «Santa Filomena» escrito por el poeta Henry Wadsworth Longfellow. 

En 1854, el Hospital St Thomas fue seleccionado como uno de los principales centros de atención médica para los heridos de la guerra. En ese momento, Florence Nightingale fue invitada a liderar un equipo de enfermeras en el hospital y mejorar las condiciones para los pacientes. Después de la guerra, Nightingale continuó trabajando en el Hospital St Thomas y colaborando con su personal para mejorar la atención médica y la enfermería. Abogó por la mejora de la higiene y la nutrición en el hospital, y estableció la primera escuela de enfermería en St Thomas en 1860. La escuela fue un gran éxito y se convirtió en un modelo para otras escuelas de enfermería en todo el mundo.

Pero la razón por la que recordamos su labor en Margarita Morada es que, además de su legado en la enfermería, Florence Nightingale también es conocida por su amor por los animales y su interés por la relación entre la salud humana y la naturaleza. Nightingale creía que la exposición a la naturaleza y la interacción con animales podían tener un impacto positivo en la salud y el bienestar de las personas. Su filosofía y su enfoque en la curación holística han influido en las terapias asistidas actuales. En sus notas de enfermería, dejó reflejado el siguiente texto:

“Un pequeño animal de compañía, es a menudo, una excelente terapia contra la enfermedad, y especialmente para las enfermedades hospitalarias de larga duración. Un pájaro en su jaula, es a menudo, el único placer para una persona que está inválida durante años en la misma habitación. Poder alimentarle y limpiarle, le ayuda a recobrar la autoestima, y le anima a hacer otras cosas”.En 1883 la reina Victoria le otorgó la Real Cruz Roja y, en 1907, el Rey Eduardo VII le concedió la Orden del Mérito, la primera vez que se entregaba a una mujer. En 1908, se le entregaron las Llaves de la Ciudad de Londres y en 1910 falleció mientras dormía.