El 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger, como homenaje del aniversario del nacimiento del psiquiatra austriaco que describió por primera vez este síndrome: Hans Asperger.
En un principio se le consideró una afección con entidad propia, pero desde 2013 se incluye dentro del espectro autista debido a la similitud de sus características esenciales.
¿Qué es el Síndrome de Asperger?
Es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por la dificultad en:
1- Comunicación social
2- Flexibilidad de pensamiento
3- Comportamiento
Aunque puede existir un lenguaje fluido y una capacidad intelectual media e incluso superior a la media de la población, suelen presentarse dificultades para la interacción social y para interpretar el lenguaje corporal de otras personas. Es habitual que se manifiesten patrones del habla extraños y pocas expresiones faciales, así como manías y obsesiones.
1-Comunicación en el Síndrome de Asperger
-Como se ha citado antes, presentan dificultad para entender la comunicación no verbal (como los gestos o expresiones faciales) y los mensajes «entre líneas» que solemos transmitir cuando hablamos.
-Su manera de hablar es muy literal, es decir, no manejan el sarcasmo. Es muy habitual que no entiendan los chistes y no sean capaces de hacer metáforas. Entienden el significado exacto y concreto de las palabras.
-Pueden hablar durante mucho tiempo de sus temas de interés, pero tiene dificultad para saber cuándo terminar la conversación.
-Les resulta muy complicado tener una charla banal, simplemente por el hecho de hablar, como cuando nos encontramos a un vecino en el ascensor.
-Su utilización del lenguaje es correcta, aunque a veces tan formal que puede sonar poco natural o coloquial.
2-Flexibilidad de pensamiento
-Las personas con Síndrome de Asperger desarrollan sin problemas actividades que precisan prestar atención a detalles, ya que su manera de pensar es muy concreta y estricta. Sin embargo, les resulta muy difícil buscar alternativas para la resolución de problemas y llevar a cabo tareas que requieren flexibilidad o varias opciones de resolución.
-Les resulta muy complicado intuir los pensamientos de otras personas, saber cuáles son sus necesidades. Por esta razón, puede dar la sensación de que no tienen en cuenta los sentimientos de otras personas.
3-Comportamiento
-Se sienten cómodos con las rutinas y tareas que siguen un patrón predeterminado. Es posible que siga alguna de manera repetitiva. Esto puede influir en su comportamiento, ya que tienen una importante limitación a la hora de adaptarse a cambios o situaciones imprevistas.
-No comprende algunas reglas sociales de convivencia, lo cual hace que en algunas ocasiones actúen de manera incorrecta inconscientemente.
-Les cuesta expresar sus propios sentimientos por lo que, puede parecer que reaccionan de manera inadecuada, tal vez desproporcionada.
-Pese a lo que se cree, quieren relacionarse con otras personas, pero no saben cómo hacerlo, ya que les resulta complicado interactuar con varias personas a la vez. Esto hace que a veces puedan encontrarse solos.
-Es muy frecuente que los niños con Asperger se relacionen mejor con los adultos que con sus compañeros, lo que puede generar que los demás los consideren «raros».
La forma de manifestarse y los problemas del síndrome de Asperger pueden variar notablemente de un niño a otro. Además, en el síndrome de Asperger pueden aparecer otras características como falta de interés en general, intereses por temas peculiares o problemas de motricidad.
El síndrome de Asperger puede ser muy difícil de diagnosticar. Los niños se desempeñan normalmente en la mayoría de los aspectos de su vida, por lo que es habitual atribuir sus comportamientos extraños al simple hecho de considerarlos «diferentes».
Aunque los adultos con síndrome de Asperger continúan con dificultades para mostrar empatía y problemas de interacción sociales, es fundamental obtener ayuda lo antes posible (intervención temprana, mientras el cerebro del niño aún se está desarrollando) y encontrar el programa adecuado, donde se trabaje tanto el aspecto social como el educativo.
No existe un tratamiento estándar. En función de sus características y necesidades, los niños se pueden beneficiar con lo siguiente:
- terapia ocupacional para entrenar la integración social y disminuir la hipersensibilidad a ciertos estímulos
- terapia del lenguaje
- psicoterapia
- ciertas medicaciones prescritas por los pediatras especializados
- entrenamiento en habilidades sociales
- intervenciones educativas especializadas
- comunicación entre los diferentes profesionales: maestros, pediatras, psicólogos, terapeutas, cuidadores… cada uno de los especialistas implicados debe saber qué hacen los demás para trabajar todos en la misma dirección. También es interesante que estén implicados familiares y amigos
- y por supuesto, las intervenciones asistidas con animales son un excelente coadyuvante a las terapias anteriormente citadas
Fuentes: