NO regales un perro

Puede parecer tentador regalar un perro en estas fiestas. En especial un cachorro. Son preciosos, juguetones, divertidos, alegres… Y ¿qué hay más bonito que ver la cara de un niño que recibe un perrito por Navidad? ¡¡¡ERROR!!! Nunca, nunca, nunca regales un perro. En realidad, ninguna mascota debería ser un regalo. Aunque vamos a hablar de los perros en particular, cualquiera de estas reflexiones las podemos aplicar a otro tipo de mascotas.

En primer lugar, un perro no es un objeto, ni un juguete. Es un ser vivo que tiene sentimientos, por lo que decidirnos a tener perro debe ser una decisión meditada por los adultos que viven en casa. 

Hay que sopesar los pros y los contras. En nuestra opinión los pros superan con creces a los contras, pero cada hogar es diferente y puede darse un contexto donde un perro no pueda ser atendido como es debido, o no se disponga del tiempo, la dedicación y el cariño que se merecen.

Mientras son cachorros debemos ser pacientes con ellos, educarlos, enseñarles a hacer sus necesidades en la calle, socializar, etc. Esto supone un tiempo del que no todos lo dueños disponen o no están dispuestos a emplear.

Cuando se hacen mayores, aunque hayamos pasado la fase de educarlos, el nivel de responsabilidad no disminuye. Un perro puede vivir entre 12 y 15 años, por lo que tener uno implica un compromiso a largo plazo ya que debemos acompañarlos y cubrir sus necesidades, que irán cambiando a medida que aumenta su edad.

También hay que tener en cuenta que tener una mascota supone un gasto económico. Este varía en función de la raza, de la propensión a patologías y estado de salud, a veces es necesario adaptar algún espacio de la casa (quitando plantas tóxicas por ejemplo) o de nuestro coche. Siempre hay unos gastos inevitables como la vacunación, la desparasitación, los chequeos veterinarios, accesorios para casa (su cama, correas, collares) o el microchip.

Otro punto a tener en cuenta es que hay muchos animales de compañía que están en protectoras o asociaciones de animales esperando a encontrar un hogar. No nos dejemos llevar por la impulsividad de comprar cachorros de raza si no estamos seguros de que proceden de criadores autorizados, que entreguen a los cachorros muy pronto para maximizar el beneficio, ya que esto produce una falta de aprendizaje crucial. Las crías deben estar con el resto de la camada un tiempo mínimo de unos tres meses, nadie mejor que su mamá y la convivencia con sus hermanos para enseñarle normas básicas de conducta y socialización.

Recibir un perrito en casa debe ser un acto reflexionado y consensuado por todos los miembros de la familia. Pero incluso en este caso, antes de comprar un cachorro, aunque procedan de criadores con experiencia y bien documentados, debemos valorar la posibilidad de adoptar. 

Las protectoras están llenas de perretes abandonados, muchos de ellos por cierto, procedentes de regalos de Navidad, de Comunión o de cumpleaños que eran muy divertidos de cachorros, pero luego se convirtieron en un estorbo para irnos de vacaciones, o una incomodidad al tener que sacarlos a las 7 de la mañana antes de irnos a trabajar, incluso cuando está lloviendo.Según la Fundación Affinity, más de 285.000 perros y gatos se recogieron en España en protectoras y refugios durante 2021.