Diferencias entre un perro de terapia y un perro de asistencia

El perro de terapia actúa como coterapeuta en sesiones diseñadas con un fin terapéutico predefinido. Va a interaccionar con diferentes grupos de usuarios, que pueden tener perfiles muy diferentes.

Los perros de asistencia sin embargo, están entrenados para ayudar a una persona en concreto, y para una necesidad determinada, es decir, tiene un único usuario. Vive con la persona a la que ayudan, que es con la única con la que deben interactuar, a diferencia del perro de terapia que idealmente vive con su guía pero va a relacionarse con muchos usuarios distintos. 

Existen varios tipos de perros de asistencia según su entrenamiento, el cual debe ser muy minucioso.

Perros guía: posiblemente los más conocidos, también llamados perros lazarillo. Asisten a personas con discapacidad visual.

Perros señal: su labor es ayudar a personas con discapacidad auditiva, avisándole de sonidos determinados.

Perros de servicio: ayudan a personas con alguna discapacidad física en aquellas tareas cotidianas donde necesiten apoyo.

Perros de alerta médica: permanecen siempre al lado de su dueño y le avisan en determinadas circunstancias, por ejemplo posibles ataques epilépticos, que detectan gracias a su desarrollado olfato.

Perros de asistencia a personas con autismo: acompañan a sus dueños dándoles seguridad y apoyo emocional, atenuando situaciones de estrés o evitando posibles huidas.

Los perros de terapia están centrados en los usuarios y en su guía en los momentos de las sesiones, pero los perros asistencia deben estar centrados en todo momento en su usuario y estar pendiente siempre de sus necesidades.