Los perros y el verano. Día Internacional del Perro

Como cualquier perrete, los perros que realizan intervenciones asistidas acusan mucho la llegada del calor, sobre todo los que viven en las regiones más calurosas, en las que es difícil incluso conciliar el sueño.

Aunque el verano es una estación a priori alegre, con más horas de sol que nos animan a hacer actividades y estar más activos, el exceso de calor provoca exactamente el efecto contrario. Si nos podemos permitir no salir de casa, no somos capaces de movernos del sofá salvo quizás para ir a la piscina o la playa. Pues a los perros les pasa aún más, teniendo en cuenta que ellos no pueden «quitarse el abrigo», y que pueden incluso quemarse las almohadillas al contacto con el suelo de la calle. 

Para paliar los efectos del calor en nuestros perros, la Fundación Affinity nos da 10 consejos:

1- Mantenerlos hidratados: que tengan siempre agua fresca disponible, y llevar bebederos portátiles cuando salgamos de casa o hagamos un viaje.

2- Fabricar helados caseros: hechos con pienso y agua congelada.

3- Protegerlos del sol: que tengan siempre disponibles sombras y lugares los más frescos posible. Aunque sea una obviedad, no queremos dejar pasar la oportunidad de recordar que JAMÁS se debe dejar a nuestro perro dentro del coche, aunque sea durante poco tiempo. El riesgo de golpe de calor es altísimo.

4- Refrescar el ambiente: si no disponemos de aire acondicionado se puede utilizar un ventilador.

5- Mojarlo: mojar su cabeza y tronco puede ayudar a mantenerlos frescos.

6- Adaptar su cama: la cama que utilizan en inviernos puede no ser adecuada porque le dará más calor. Se puede utilizar esterillas refrigerantes, o utilizar colchonetas blandas pero de telas frescas

7- Cortarle el pelo: depende de la raza. Dejar siempre pelo suficiente para evitar quemaduras del sol.

8- Cepillar el pelo: para retirar el «pelo de invierno».

9- Evitar salir en las horas de más calor: ni para pasear ni para hacer deporte.

10- Comer en las horas más frescas.

Teniendo en cuenta este efecto tanto en usuarios como en los perros, es muy habitual que las intervenciones asistidas hagan un paréntesis en las semanas de más calor. Además, muchas veces van vinculadas a jornadas educativas o sesiones impartidas durante el curso lectivo.

Y por qué no decirlo, los perros de terapia, aunque disfrutan realizando sesiones (o debería ser así), también deben gozar de unas merecidas vacaciones. Por cierto, nos gustaría recordar que actualmente hay multitud de destinos y hoteles pet friendly, por lo que no poder llevar a nuestro perro de vacaciones con nosotros ya no es una excusa. Aunque en nuestro caso, lo cierto es que nunca lo fue. Maggie lo sabe y creemos que ya está pensando en que se acercan las vacaciones…Antes de despedirnos no queremos dejar pasar la oportunidad de felicitar a nuestros queridos peludos por el Día Internacional del Perro. Sed muy felices en este día y en lo que resta del verano.